Puskás: El cañón húngaro del Real Madrid

Diego Mata
Diego Mata Hungría

Ferenc Puskás es, sin lugar a dudas, uno de los nombres más icónicos en la historia del fútbol. Su capacidad para marcar goles y su legado en el Real Madrid lo han consolidado como una de las figuras más influyentes de todos los tiempos en el deporte rey.

Nacido en Budapest, Hungría, Puskás no solo dejó su huella en su país natal, sino que se convirtió en una leyenda internacional, llevando al Real Madrid a la gloria y siendo parte esencial de una de las selecciones más míticas de la historia: la selección húngara de 1954. Este artículo repasa su increíble carrera, sus logros, y el impacto que sigue teniendo en el fútbol actual.

Un goleador excepcional

Ferenc Puskás nació el 1 de abril de 1927 en Budapest, en el seno de una familia con tradición futbolística. Desde joven, demostró su talento natural para el fútbol. A los 12 años, ya estaba jugando en el equipo juvenil del Honvéd, el club más importante de la capital húngara. Su habilidad para anotar goles rápidamente llamó la atención, y no pasó mucho tiempo antes de que fuera convocado para el primer equipo.

Puskas jugador de futbol

Su estilo de juego era único. Puskás no solo era un goleador prolífico, sino que también destacaba por su visión de juego y su inteligencia táctica. Era capaz de colocar el balón en el lugar más inesperado con una precisión milimétrica, lo que lo convertía en una pesadilla para los porteros rivales. A lo largo de su carrera, se convirtió en uno de los máximos goleadores del fútbol mundial, anotando más de 700 goles a nivel de clubes y selecciones.

Su primera gran etapa como futbolista llegó con el Honvéd, donde ganó múltiples títulos de liga. Sin embargo, lo que realmente catapultó a Puskás a la fama fue su actuación con la selección húngara. En los años 50, el equipo húngaro, apodado el “Equipo de Oro”, era uno de los más temidos del mundo, y Puskás fue su gran líder. Su habilidad para marcar goles y su inteligencia en el campo lo hicieron una figura esencial en el éxito de Hungría en las competiciones internacionales.

La carrera en el Real Madrid

En 1958, a los 31 años, Puskás fichó por el Real Madrid, en una de las incorporaciones más sonadas de la historia del club. Aunque ya había alcanzado la cima de su carrera, el delantero húngaro se unió a un equipo de superestrellas en el que se encontraba Alfredo Di Stéfano, Francisco Gento, y un sinfín de otros jugadores legendarios.

En su primer año en el club, Puskás se enfrentó a la difícil tarea de adaptarse a un estilo de fútbol distinto al que estaba acostumbrado, además de superar algunos problemas físicos. Sin embargo, en poco tiempo, demostró ser uno de los mejores delanteros del mundo. En su primera temporada, anotó 14 goles en 10 partidos de liga, y rápidamente se estableció como uno de los máximos goleadores del equipo.

Puskas Real Madrid

Puskás jugó en el Real Madrid durante una época dorada para el club. Bajo su liderazgo, el equipo conquistó varias Copas de Europa (cinco en total, entre 1959 y 1966), siendo una pieza fundamental para el éxito del equipo en la competición más importante a nivel de clubes. Con 242 goles en 262 partidos oficiales con el club, Puskás dejó una marca imborrable en la historia del Real Madrid. Su capacidad para marcar goles, su talento para asistir a sus compañeros, y su carácter ganador fueron factores determinantes en la consagración del Real Madrid como el equipo más dominante de Europa durante esa época.

Además de las Copas de Europa, Puskás ganó numerosos títulos nacionales con el Real Madrid, incluyendo la Liga española y la Copa del Rey. Su relación con los seguidores del club se consolidó rápidamente, y el delantero húngaro se convirtió en una de las figuras más queridas por los aficionados blancos.

La selección húngara y la Copa del Mundo de 1954

Antes de brillar en el Real Madrid, Puskás ya era una superestrella internacional. En los años 50, la selección húngara vivió su época dorada con Puskás a la cabeza. El equipo húngaro, conocido como el “Equipo de Oro”, arrasó en Europa y estuvo invicto durante varios años. La selección húngara contaba con varios jugadores de clase mundial, como Sándor Kocsis, József Bozsik y Zoltán Czibor, quienes, junto a Puskás, formaban un conjunto temido en todo el continente.

En la Copa del Mundo de 1954, el equipo húngaro llegó a la final contra Alemania Federal. Puskás fue fundamental durante todo el torneo, marcando goles clave y liderando a su equipo hasta la final. Sin embargo, la final contra Alemania fue una amarga derrota para los húngaros. A pesar de que Hungría dominó gran parte del partido, los alemanes dieron la campanada y se coronaron campeones del mundo. La derrota en esa final fue un golpe durísimo para Puskás y para el fútbol húngaro, que veía en esa Copa del Mundo su oportunidad para confirmar su dominio mundial.

El impacto de Puskás en la selección húngara sigue siendo incalculable. A pesar de la derrota en la final de 1954, su legado como uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol está más que asegurado. Puskás no solo dejó su huella como goleador, sino que fue uno de los pilares de un equipo que revolucionó el fútbol moderno con su estilo de juego ofensivo y su capacidad para controlar los partidos.

Un legado inmortal

Ferenc Puskás dejó un legado que va mucho más allá de sus logros individuales y de equipo. Su influencia en el fútbol se extiende hasta el día de hoy. Puskás fue un jugador que combinaba técnica, inteligencia, y una pasión indescriptible por el deporte. No solo fue un gran goleador, sino también un líder en el campo, un referente para generaciones futuras de futbolistas.

A lo largo de su carrera, Puskás acumuló un total de 15 títulos importantes, incluidos cinco Copas de Europa con el Real Madrid. Su habilidad para anotar goles desde cualquier posición en el campo lo convirtió en uno de los delanteros más temidos de su época. Además, su capacidad para marcar goles en situaciones difíciles y en partidos cruciales lo consolidó como un jugador con una mentalidad ganadora.

Tras su retirada, Puskás siguió vinculado al fútbol como entrenador, aunque sin alcanzar el mismo nivel de éxito que como jugador. Sin embargo, su legado como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos sigue intacto. En su honor, la FIFA instauró el “Premio Puskás”, que se otorga al autor del mejor gol del año, perpetuando su nombre y su estilo de juego en el fútbol contemporáneo.

Quien fue Puskas

Puskás falleció en 2006, pero su memoria sigue viva a través de diversos homenajes y distinciones. En Budapest, su ciudad natal, existe un estadio con su nombre, el Puskás Aréna, que alberga a la selección húngara y es un símbolo del gran legado que dejó el cañón húngaro. Asimismo, el Real Madrid nunca ha olvidado a Puskás, y su figura continúa siendo una de las más respetadas dentro de la historia del club.

Ferenc Puskás fue mucho más que un goleador

Fue un innovador, un líder y un símbolo de excelencia. A lo largo de su carrera, dejó una huella imborrable en el Real Madrid, en la selección húngara, y en el fútbol mundial en general. Hoy en día, su legado sigue vivo en cada gol espectacular, en cada victoria histórica, y en cada homenaje que se le rinde. Puskás, el cañón húngaro, es una leyenda eterna que sigue inspirando a futbolistas y aficionados alrededor del mundo.

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Las mejores jugadas de Ferenc Puskás

En este video te presentamos un recopilatorio de las mejores judadas de Ferenc Puskás

Diego Mata

Diego Mata

Soy un apasionado del fútbol desde que tengo memoria. A lo largo de mi vida, he seguido de cerca el desarrollo de este deporte, desde sus primeros pasos en mi infancia hasta la evolución de las grandes competiciones internacionales. Mi objetivo en este espacio es compartir mi amor por el fútbol, analizar sus partidos, jugadores y momentos históricos con la misma intensidad con la que vivo cada encuentro.